Fotografía del actor Seth Rogen. Fuente: Wikimedia Commons.
Dejando de lado todas estas controversias, me gustaría analizar el largometraje en sí como pieza del séptimo arte. La conclusión es la que sigue: su desarrollo es demasiado irregular; el humor que muestra es infantil y gamberro (esto no siempre es malo, pero en este caso resulta simplón en demasiadas ocasiones); las bromas con la amputación de dedos no tienen ninguna gracia (por mucha referencia que quieran hacer al Señor de los Anillos); los personajes tienen una psicología de todo a cien (incluso tratándose de una comedia, la repetición de estereotipos gastados y situaciones trilladas tiene un límite); la película divierte en escasos momentos (nombrar el agujero del culo deja de ser gracioso la tercera vez que lo haces); la cinta no resiste un segundo visionado (Aterriza como puedas, 1980, puede verse varias veces y continuar siendo entretenida, tal es su número de gags); a los directores Evan Goldberg y Seth Rogen (el cómico que tiene menos registros como actor que el un muñeco de los teleñecos) les queda mucho que aprender del tiempo cinematográfico y cómo llevarlo...
Para no ser muy negativo con este largometraje, intentaré mostrar su lado bueno: el actor James Franco se desplaya a gusto con cien y un gestos disparatados, se ríe de sí mismo (échale un vistazo a su interpretación en Superfumados, Pineapple Express, de 2008, y comprobarás qué distintos personajes puede traer a la vida este hombre); Seth Rogen es un tipo simpático después de todo, cae bien por su forma campechana de mostrarse, nada arrogante, y, alguna que otra vez, te hace reír con su postura desenfadada ante la vida, es un cómico del que esperamos más en el futuro; la escena de la tienda de comestibles en Corea con James Franco es buena, tiene un excelente encuadre y una estupenda fotografía...
A continuación, dejo el argumento del filme para que puedas estar preparado antes de enfrentarte a esta disparatada comedia:
Dave Skylark (interpretado por James Franco) es un reconocido presentador de un programa de entrevistas en el que los famosos suelen descubrir sus secretos mejor guardados. El productor de este programa, Aaron Rapoport (Seth Rogen), consigue una entrevista exclusiva con Kim Jong-Un, el muchas veces odiado dictador de Corea del Norte. Aprovechando esta oportunidad, la CIA les pide a los dos un pequeño favor de nada: asesinar al líder coreano. Pero estos dos hombres no son precisamente los más indicados para realizar ese encargo (estos tíos son como Mortadelo y Filemón).
Atentos al nombre del protagonista: skylark, como verbo, significa hacer travesuras; como sustantivo, es una alondra (el ave). El otro, Aaron Rapoport, simplemente tiene reminiscencias bíblicas, Aaron era el hermano de Moisés, y Rapoport en un apellido hebreo.
Si quieres pasar un rato con una comedia gamberra, puedes darle una oportunidad a The interview, eso sí, yo le quitaría el momento del dedo y la sangre.
Feliz año nuevo a todos.
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